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FAUNA |
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La fama de las Tablas de Daimiel , se debe
sobre todo a su avifauna. Muchas familias de palmípedas y zancudas habitan aquí, pasan
temporadas o hacen un alto en las tablas en sus migraciones. La anátida más común es el
ánade real, que se reproduce
y vive en el parque de modo sedentario. El pato
colorado permanece en lagunas permanentes y profundas, donde puede
asegurarse el alimento. Al ánade silbón, aunque prefiere las aguas costeras, se le puede observar en invierno, y
sobrevolando los cielos manchegos en los pasos de marzo y octubre. El porrón común puede verse a lo largo de
todo el año, y algo más difícil de observar es el ánade
urbano, que sólo sale de noche. |
La cerceta común por el contrario,
puede encontrarse en cualquier laguna. Prefiere las aguas someras, y es junto al pato cuchara, el más abundante de los patos invernantes. La cerceta pardilla es característica por su plumaje marrón con
manchas oscuras. El ánade friso esta presente durante todo
el año. No faltan las fochas y pollas
de agua. También se pueden divisar otras especies relativamente escasas en la
península ibérica como el tarro blanco, el porrón moñudo o la malvasía. Y aves
marinas como el fumarel blanco, la gaviota
reidora y la gaviota sombría. Avefrías
(muy común en invierno), la garza imperial, la avoceta, el archivero común, el combatiente, la garcheriza común;
todos ellos estrechamente vigilados por el aguilucho lagunero.
La cigüeñola, el chorlito y el
andarríos tampoco escasean. |
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Entre los reptiles, destacan las culebras de
agua, culebra viperina, la culebra
de collar, la culebra de escalera y la culebra bastarda; es relativamente abundante el lagarto ocelado y la lagartija colilarga. |
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La fauna piscícola ha sido quizás una de las más afectada como
consecuencia de las desecaciones. De inmediato se redujeron visiblemente las poblaciones
de carpas, barbos, lucios, etc. Igual suerte corrieron los anfibios como el sapo común y el corredor, la rana común y
la de San Antonio, característica esta última por su llamativo color verde,
adornado en el lomo con franjas blancas y negras. Tampoco fueron buenos tiempos para los gallipatos, tritones y salamandras, diezmados estos últimos en un primer lugar por el lucio y después por el cangrejo procambarus
(vulgarmente "americano"), verdadero azote de las aguas encharcadizas. |
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La abundancia de la fauna acuática permitía la presencia de algunas
especies de mamíferos como la nutria, la rata de agua, etc. Y ya en terreno firme el jabalí,
el zorro, el turón y la comadreja. |
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