Congelación a 1/500

Gaviotas congeladas a 1/500s

Gaviotas congeladas a 1/500s

 

Una de las peculiaridades que más sorprendía de la fotografía en un primer momento, fue la posibilidad de ver cosas que se escapan al ojo humano. Cómo por ejemplo un ave en vuelo, o simplemente una persona andando, y poder examinar la postura de cada uno de sus músculos. Ahora parece que ya nos hemos acostumbrado a ello y le damos escasa importancia.

Os acordáis del famoso «Caballo en movimiento» de Eadweard Muybridge. Con una secuencia de fotos Muybridge, alla por el 1873 pudo demostrar que había un momento en el galope de un caballo, en el que este no apoyaba ningún casco en el suelo.  Para poder realizar esta hazaña tuvo que inventar un obturador mecánico, pues los manuales que había por aquellos entonces, eran demasiado lentos. Y ese sería el origen de los actuales obturadores. Al menos hasta el nacimiento de la era digital.

Con su obturador mecánico, formado por dos pares de hojas de madera que se deslizaban por una ranura Muybridge conseguía disparar a 1/500s, algo increíble para la época.

La foto con la que presento esta entrada curiosamente también está realizada a 1/500s, aunque mi cámara puede disparar hasta 1/8000s y enfocar al mismo tiempo objetos en movimiento, y medir la luz, y no sé cuantas cosas más. Si Muybridge levantara la cabeza, supongo que se quedaría asombrado, pero yo particularmente siento envidia sana de gente como él, que con unos medios escasos, son capaces de enfrentarse a un problema, y buscarle una solución. Gracias a gente como Muybridge hoy podemos cambiar la velocidad de obturación de la cámara moviendo una ruedecita, pulsando un botón o, pásmate, tocando levemente una pantalla.

Pero cómo siempre digo, la técnica tiene que estar al servicio de algo, no es un fin en si mismo. ¿Te has fijado en las diversas posturas de los pájaros de la foto?, ¿qué la mayoría llevan las patas colgando?, ¿qué alguno lleva alimento en la boca?, ¿que aparecen varios tipos de gaviotas?. Y si hablamos de otros aspectos más estéticos, el hecho de que el fondo sea totalmente blanco  le da un cierto aire de artificialidad a la imagen, más que una escena de naturaleza parece tener unos tintes cientifistas, o también podríamos atribuirle ciertos valores surrealistas  Por cierto que las fotos del famoso caballo de Muybridge también tenían un fondo blanco, y para conseguirlo cuenta que le pidió a todos los vecinos de la zona que prestaran sábanas blancas que colgó como fondo.

Y es que una simple foto da para tanto. Y eso que no he contando las circunstancias en las que la realice y una pequeña anécdota que me ocurrió, pero eso lo reservo para otra entrada.

Comparte esta entrada

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *