Lineas verticales o ejes en la composición.

Columna de Trajano, y Iglesia Santo Nombre de María (Roma 2011)

Columna de Trajano, y Iglesia Santo Nombre de María (Roma 2011)

Como casi siempre utilizaré una de mis imágenes para hablar sobre un tema fotográfico, en este caso hablaré de las líneas verticales, o ejes, en la fotografía.
La imagen que en esta ocasión he seleccionado es esta  que pongo en la portada, con la que me encontré hace unos días repasando mi archivo fotográfico. Se trata de una foto realizada en Roma el año 2011 en el que puede verse en el centro la Columna de Trajano, flanqueada por un par más de columnas, de las ruinas de propio Foro de Trajano y teniendo como fondo la iglesia del Santo Nombre de María.

Si pruebas a poner líneas verticales en tus fotos, verás que estas suelen llevarse todo el protagonismo
Es bien conocida la importancia de los ejes verticales en la composición. Según algunos estudios, esa gran importancia, se debe a que la simetría humana es vertical, y al hecho de que refuerzan algo muy innato en el hombre que es la fuerza de la gravedad, que va de arriba hacia abajo. De hecho,  si pruebas a poner líneas verticales en tus fotos, verás que estas suelen llevarse todo el protagonismo, y que con mucha frecuencia tenemos que jugar con otros elementos para equilibrar la imagen.

El incluir elementos horizontales en la base le da estabilidad a la composición
En este caso he jugado con tres ejes verticales, o cuatro, si tenemos en cuenta la torre de la iglesia, aunque ese lo percibimos más bien como un fondo, formando parte del eje horizontal que forman los edificios del segundo plano. Y aquí hay un primer concepto importante que me gustaría destacar. El incluir elementos horizontales en la base le da estabilidad a la composición, las columnas en este caso, da así una apariencia de mucha más solidez que si no estuvieran los edificios del fondo.

Las formas verticales, por lo general, se llevan mejor con un formato vertical, pero esto no siempre es así…
Las formas verticales, por lo general, se llevan mejor con un formato vertical, pero esto no siempre es así, y como puedes ver yo he utilizado un formato horizontal. Esto es así porque cuando tenemos varias líneas verticales paralelas el formato horizontal puede ser más adecuado. Y más adelante te explico como he transformado la imagen en la edición para conseguir que esto sea así.

Aunque este no es el tema de la entrada, también podemos hablar del ritmo. Como ves con las líneas verticales de esta imagen se ha creado un ritmo, el cual da extensión a la fotografía, puede pensarse que hay más columnas por la izquierda, y que también estas continúan por la derecha de la imagen. A dar esta amplitud también colabora, claro está, el hecho de que el formato sea horizontal.

Como ahora no viene al caso, paso de evaluar el hecho del equilibrio de la imagen, y de los pesos visuales de los diferentes elementos que aparecen, que son por cierto muy interesantes, pero que en todo caso analizaría en otra entrada del blog.

Otro aspecto a tener en cuenta cuando incluyamos ejes verticales es que el espectador tiende a compararlos con los lados de la imagen
Otro aspecto a tener en cuenta cuando incluyamos ejes verticales es que el espectador tiende a compararlos con los lados de la imagen, y que no los percibimos como totalmente verticales sin estos elementos no son paralelos entre sí, causando una mala sensación sobre todo cuando están situados muy cercanos a los bordes de la imagen.

Bien ahora os pongo la imagen original y explico los cambios que he realizado, aunque creo que son bastante evidentes.

Columna de Trajano. Imagen original, sin procesado ni edición.

Columna de Trajano. Imagen original, sin procesado ni edición.

El primero, es que he pasado la imagen a blanco y negro, sin hacerle nada especial pues la imagen tenía un histograma perfecto, y no quise retocarle nada más. Eso sí le puso un pequeño filtro de ruido, que ya tengo personalizado, para darle más el aire de una foto química y quitarle ese aspecto digital que no me gusta nada, sobre todo en las fotos en blanco y negro. Este paso a blanco y negro está más que justificado por el hecho de que en este caso el color no aporta nada a la imagen, y si acaso lo que hace es distraernos, y no dejarnos ver lo más importante, la distribución de luces y volúmenes, y en definitiva la composición.

Y lo que más afecta a la imagen, es que le apliqué una corrección geométrica vertical, algo que no hubiera sido necesario de tener un objetivo descentrable (800 euros tienen la culpa), pero que puede solucionarse, al menos parcialmente con la edición. Y porque digo que esto es lo que más afecta a la imagen, porque la composición cambia totalmente, ahora no tenemos tres ejes verticales paralelos, que forman un frente y que tienen un ritmo. Tenemos “un todo”, tres o cuatro ejes, si incluimos la iglesia, con un punto de fuga común, que en este caso queda fuera de la imagen, por arriba, pero que tal y como digo vemos en cierto modo unidos por un origen o destino común. Hemos perdido el ritmo de la imagen, aunque evidentemente hemos ganado otras cosas, pero que en este caso no me interesaban. Ahora quizás hubiera estado más justificada una composición vertical. Y fíjate, tal y como te comentaba, lo horrible que queda esa inclinación producida por la perspectiva, sobre todo en la columna de la izquierda, al estar tan pegada al borde de la imagen.

Y por ahora creo que ya está bien por hoy, si acaso y para que no sea todo arquitectura y líneas, resaltar que  el punctum de la imagen, que diría Barthes, quizás esté en la paloma del primer plano de la izquierda, que por cierto influye bastante en el equilibrio de los pesos.

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