Suele decirse que somos lo que comemos, y eso puede ser cierto a nivel corporal, pero a nivel mental, yo diría más bien, que somos lo que vemos, o en un sentido más amplio lo que vivimos. Para un fotógrafo es aún más cierto que su vida es lo que ve, y más concretamente aquello en lo que ve una fotografía. Porque un fotógrafo ve fotográficamente incluso cuando no hace fotografías.